Mes: noviembre 2021

Las prácticas en empresas son (o deberían ser) uno de los pilares principales de cualquier centro educativo superior. En un entorno laboral tan competitivo como el actual es tan importante la cantidad y calidad de conocimientos adquiridos por el estudiante como su aplicación. (La práctica hace el maestro, como se dice, y más en un mercado como el informático.) Aunque es cierto que un centro educativo puede fomentar la puesta en escena de los conocimientos adquiridos con casos prácticos, la obtención de experiencia profesional de primera mano es indispensable para que un estudiante finalice sus estudios plenamente preparado. 

En este artículo te contamos porqué Epitech trabaja para que todos sus estudiantes pasen por un proceso de formación práctica de calidad.

La importancia de las prácticas

Imagina que la primera vez que entres en una empresa sea después de terminar la carrera o grado superior. Que entres con la misma responsabilidad y margen de error que cualquier otro empleado, donde la dirección asume que conoces tu trabajo a la perfección (por eso te han contratado). Es probable que tu estancia en esa empresa no fuera muy extensa.

Las prácticas no solamente sirven para aplicar los conocimientos aprendidos en el centro educativo e interiorizarlos. Su utilidad va más allá. Permiten que el estudiante se familiarice con las particularidades de su trabajo, un conocimiento tan específico y cambiante que difícilmente puede incluirse en un plan docente. En la misma línea, el estudiante se familiariza con un entorno y un equipo que no tiende a variar de empresa a empresa dentro de un sector. Se familiariza con procesos, obtiene habilidades nuevas y, además, establece sus primeras relaciones profesionales. 

En definitiva, las prácticas son importantes porque permiten que el estudiante conozca el que será su ambiente de trabajo y se acostumbre a él. De esta manera, cuando consiga su primer trabajo empezará con muchos más conocimientos y experiencia de la que tendría solamente habiendo estudiado.

Beneficios de las prácticas en empresas

Prácticamente cualquier convenio de prácticas beneficia tanto a la empresa como al estudiante. La empresa gana un empleado que trabaja por un sueldo bajo (o sin sueldo) mientras que el estudiante tiende a aprender a un ritmo mayor que en el aula. Esto, por supuesto, depende de la capacidad del estudiante y del entorno de trabajo que se encuentre. Un mal entorno puede hacer que las prácticas sean contraproducentes, por lo que es importante establecer convenios con empresas con reputación. 

Aun así, en unas prácticas estándares, el estudiante recibe una gran cantidad de beneficios. 

-Establece su primer contacto con el entorno laboral que le interesa

No es un trabajo cualquiera, sino que está relacionado con lo que el estudiante quiere hacer. En definitiva, todo lo que aprenderá le será útil en el futuro de una manera u otra. 

-Permite mejorar el currículum vitae del alumno

En muchos casos, el estudiante llegará a las prácticas sin ninguna experiencia en el sector. Estas permiten que el alumno pueda demostrar que ha realizado el trabajo por el que se aplicará en el futuro. Esta información puede marcar la diferencia entre un sí o un no en una entrevista de trabajo. 

-Aplicará sus conocimientos y se conocerá mejor

Lo que se explica en una aula puede no representar con exactitud lo que el alumno se encontrará en una empresa. En las prácticas, el estudiante podrá ver si aquello que hace es lo que de verdad quiere hacer. Podrá aplicar sus conocimientos pero, además, conocerá mejor su propio perfil. Es posible que descubra que le gusta un departamento que no se había planteado, que confirme que le apasiona aquello que pensaba o que, desgraciadamente, se de cuenta de que se ha equivocado de sector. 

-Se desarrollará cómo profesional y cómo persona

El primer trabajo fuera de la zona de confort es un momento importante en el desarrollo personal. Es el momento en el que el estudiante debe responder por sus acciones ante un superior que, por lo general, se centrará más en su rendimiento que en su aprendizaje. Así saldrá de manera repentina de su zona de confort y se acostumbrará a un mundo laboral mucho más duro que el estudiantil.

Epitech y las prácticas

Para nosotros es imprescindible que nuestros estudiantes salgan completamente preparados para el mundo laboral. Para conseguir eso tenemos una extensa red de convenios de prácticas con más de 3.000 empresas de calidad. Sólo así nos aseguramos de que nuestros alumnos entren a su primera empresa con una experiencia previa excelente. 

Si quieres formarte como profesional de la informática, en Epitech estarás en las mejores manos.

El bootcamp de programación que impartimos en Epitech, llamado Coding Academy, es un curso intensivo que permite a nuestros alumnos adquirir rápidamente las competencias necesarias para poder acceder a salidas laborales relacionadas con el desarrollo web. Se busca que los participantes terminen el curso llevando sus habilidades de escritura de código y programación web desde una base cero a un nivel profesional. Si te gusta la programación, profesionalmente optarás a muchas salidas con el bootcamp de programación.

Por ello, el curso se inicia desarrollando los conceptos básicos relacionados con algoritmos, programación y sus diferentes lenguajes y manejo de bases de datos (SQL y NoSQL). También aprenderás todo lo necesario sobre desarrollo Back End y Front End. En definitiva, adquirirás todos los conocimientos necesarios para poder ejecutar cualquier aspecto relacionado con el diseño, desarrollo y mantenimiento web.

¿Qué salidas profesionales tiene un estudiante de nuestro bootcamp de programación web?

Nuestro bootcamp de programación web tiene un gran número de salidas profesionales que tiende a la alza. Los empleos relacionados con la programación web son cada vez más frecuentes y bien valorados. Las previsiones de la Unión Europea estiman que el 45% de las ofertas de trabajo en España a partir de 2021 estarán relacionadas con el ámbito tecnológico o digital. Más concretamente, la Fundación Telefónica ha determinado que el perfil de Desarrollador Web estará dentro de los diez empleos más demandados en el país. Ante esto parece evidente que no faltará trabajo para los desarrolladores web, la principal salida profesional de nuestro bootcamp.

1. Desarrollador web

Los objetivos de un desarrollador web se basan en el diseño, creación y mantenimiento de páginas y aplicaciones web. Este trabajo va desde la redacción del código en varios lenguajes de programación (HTML, XML PHP, Java…), el diseño de la arquitectura, la integración de recursos gráficos y la solución de cualquier problema que pueda surgir. particulares que necesiten su propia web. 

El perfil de desarrollador web se beneficia de numerosas habilidades: un extenso conocimiento sobre sistemas informáticos, capacidad de resolución de problemas, análisis lógico y trabajo en equipo, conocimientos actualizados relativos a las novedades tecnológicas y la capacidad de ejecutar varios proyectos simultáneamente. De media, en España, un desarrollador web puede llegar a ganar unos 25.000 euros brutos al año.

2. Programador multimedia

A diferencia de un desarrollador web, las tareas de un programador multimedia se limitan a la redacción del código necesario para el desarrollo de sus proyectos. Por otro lado, sus tareas tampoco se limitan a la creación de páginas web. También pueden emplearse para el diseño de aplicaciones, videojuegos, programas informáticos… Es por eso que tienden a encontrar trabajo en empresas de software, de videojuegos, de publicidad y, por supuesto, de diseño web. 

Se trata de un perfil mucho más especializado que se centrará en la creación de productos multimedia variados, redacción del código necesario y la solución de los problemas que surjan. A causa de esta especialización, un programador multimedia siempre trabajará integrado en un equipo multidisciplinario. Es por ello que su capacidad de trabajar en grupo es especialmente relevante. En España, un programador multimedia puede ganar unos 22.000 euros brutos anuales.

3. Desarrollador de aplicaciones para dispositivos móviles

El trabajo de un desarrollador de aplicaciones o apps es diseñar, crear e implementar aplicaciones móviles, generalmente para Android y iOS. En esta misma línea también se encargan del desarrollo de interfaces con API Rest. Para poder llevar a cabo su trabajo, un desarrollador de apps deberá tener extensos conocimientos sobre redacción de código y sobre los lenguajes de programación HTML, JavaScript y CSS. Por otro lado, también es imprescindible desarrollar conocimientos sobre Android nativo, Android SDK o iOS nativo. 

Sus funciones van desde el análisis de los proyectos a desarrollar hasta el mantenimiento y actualización de sus aplicaciones, pasando por su diseño y el desarrollo de la interfaz entre muchas otras funciones. En definitiva, es una salida laboral que requiere una gran base de conocimientos para poder desarrollarlo. Es por eso que su media salarial en España oscila entre los 26.000 y los 30.000 euros.

4. Desarrollador Full Stack

Actualmente, el perfil de desarrollador Full Stack es uno de los más demandados por las empresas. Esto se debe a que es un perfil muy completo, que sabe dominar prácticamente todos los aspectos relacionados con el desarrollo y mantenimiento de aplicaciones web. 

Debe saber cómo diseñar una aplicación, como programarla y cómo realizar su mantenimiento. Por otro lado, también debe tener una buena capacidad estratégica. En ese sentido, un Full Stack Developer debe desarrollar un extenso conocimiento tanto en desarrollo front end como back end, dos de las principales áreas de nuestro bootcamp de programación web. Es una de las salidas profesionales más rentables a las que se puede acceder a través de nuestros cursos, puesto que su salario medio es de aproximadamente 35.000 euros.

Epitech y tu formación

Desde Epitech queremos asegurarnos que nuestros estudiantes salgan de nuestros cursos con el conocimiento necesario para acceder a empleos en empresas de alto nivel. Esto, por supuesto, se aplica a nuestro bootcamp de programación web. Nuestro método basado en la formación práctica asegura tanto que se asimilen los conocimientos como que el estudiante termine el curso habiendo adquirido experiencia profesional. La tasa de empleo del 94% entre nuestros graduados demuestra su eficacia. 

Con este curso, queremos que nuestros estudiantes asimilen en poco tiempo todo el conocimiento necesario para acceder a estos empleos y muchos más. Algunos de ellos no existen todavía.

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¿Qué es un VPS?

El acrónimo corresponde a las siglas de Virtual Private Server. Un VPS es, por lo tanto, una tipología de servidores de alojamiento web, concretamente un servidor privado. En términos generales funciona del mismo modo que los demás servicios de hosting que existen: nos proporciona acceso a un espacio conectado a Internet donde podemos subir nuestra página web y permitir que otros usuarios puedan acceder a ella. 

La calidad del servicio de alojamiento es uno de los factores que influyen en el desempeño de una página web. Seleccionar un mal servicio de hosting puede traducirse en una velocidad de respuesta lenta y en caídas frecuentes del sitio, elementos que influyen directamente en su posicionamiento. Es por eso que contratar o desarrollar un buen servicio de alojamiento es clave para el desarrollo de cualquier página web. 

Diferencias entre un VPS y otros servicios de hosting

Una vez se sabe qué es un VPS toca determinar si es el tipo de servidor adecuado para un proyecto en cuestión. El uso de un VPS tiene algunas ventajas en relación a otras tipologías de servicio de alojamiento web. Pese a esto, también tiene algunas características que pueden hacer que no sea el tipo de servidor ideal para tu sitio. En este apartado te contaremos sus ventajas y desventajas para que puedas seleccionar el tipo de servidor ideal.

Los servicios de alojamiento web tradicionales almacenan los sitios o blogs de manera compartida. Dentro del mismo servidor se alojan diferentes webs. En el otro extremo existen los servidores dedicados, aquellos en los que se aloja solamente una página web. Estos servidores proporcionan una elevada capacidad de procesamiento para las webs que los emplean. En definitiva, un servidor tradicional es más barato pero de peor calidad mientras que un servidor dedicado es más caro pero con un excelente rendimiento.

En el punto medio se encuentran los VPS. Son esencialmente como los servidores tradicionales pero, a diferencia de estos, tu página se almacena al lado de muchas menos webs. En ese sentido, ofrece un mejor rendimiento que un servidor tradicional pero no tan óptimo como el de un servidor dedicado, aunque obviamente lo hace a un menor precio.

Aun así, un servidor tradicional es más sencillo de manejar que un VPS. Solamente necesitas aprender a gestionar el panel de administración. Por otro lado, emplear un VPS implica manejar manualmente su configuración, instalación y administración. Esto implica o bien aprender a administrar el servidor o bien contratar un servicio de administración, lo que tiende a disparar su coste.

En la misma línea, emplear un servidor privado requiere conocimientos aún más avanzados y una mayor inversión que un VPS. Puede proporcionar un servicio de mayor calidad pero hay que aprender a aprovecharlos. En ese sentido, un servidor privado solamente es adecuado con proyectos con mucho tráfico o envergadura.

Epitech y la administración de servidores

Todas las páginas web de Internet emplean algún tipo de hosting, y las más importantes tienden a hacerlo con servicios privados o VPS. La capacidad de administrar servidores web es una habilidad compleja de asimilar. Es por eso que, en la gran mayoría de casos, dicha tarea se encomienda a la propia empresa que ofrece el servicio de hosting. 

La administración de servidores web es una de las competencias que adquirirás en nuestra Coding Academy y que te abrirá las puertas a puestos de trabajo en empresas de hosting o desarrollo web. En este artículo te hemos contado qué es un VPS pero, ¿quieres aprender a administrarlos?

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¿Qué es el Design Thinking?

El desarrollo de nuevos productos y servicios, la innovación empresarial, solución de problemas… El Design Thinking es un proceso diseñado para facilitar la ejecución de dichas actividades. La palabra central que lo definiría es la innovación. Se trata de un método que tiene como objetivo fomentar la aparición de ideas creativas e innovadoras dentro de las empresas. 

Una de sus características es que su aplicación tiene como base las necesidades del cliente en cuestión. Es un proceso que busca fomentar la creatividad y la innovación, pero sobre todo hacerlo en respuesta a un problema específico. Sin un problema o necesidad por cubrir, el proceso no tiene sentido. 

¿Cual es el objetivo del Design Thinking?

El Design Thinking tiene como objetivo principal que el cliente o el consumidor se posicione como el centro de la innovación de una empresa. Se deja de lado, por un momento, el beneficio y la rentabilidad empresarial y se prioriza el desarrollo de ideas beneficiosas para el público objetivo de la compañía. Esto implica, por supuesto, que el proceso debe iniciarse comprendiendo a los usuarios, pensando en qué es lo que necesitan para, posteriormente, desarrollar una idea rentable en consecuencia.

Esta metodología ha conseguido que las empresas dejen de tener tan en cuenta las estadísticas y los informes mientras que ganan importancia el análisis personalizado de los hábitos del consumidor, una perspectiva mucho más cercana. En definitiva, su objetivo es conseguir que el proceso de desarrollo e innovación de las empresas tenga como centro las necesidades reales del cliente. 

El proceso del Design Thinking

Aplicar el Design Thinking implica seguir una metodología desarrollada en la Universidad de Stanford, en 1970. Este proceso consta de 5 fases:

1. Empatizar

El primer paso es comprender las necesidades de los usuarios, qué es lo que quieren cuando, por ejemplo, compran nuestro producto. Este proceso abandona las tradicionales estadísticas de masas y se centra más en la investigación cualitativa como las dinámicas de grupo, observación directa… De esta manera se estudia exhaustivamente el comportamiento del cliente y se comprende su contexto personal para que puedan surgir ideas que satisfacen sus necesidades reales. 

2. Definir

Toda la información recopilada en la primera fase deberá organizarse y analizarse en profundidad con el objetivo de generar un relato coherente sobre lo que necesita nuestro cliente. La información innecesaria se detectará y descartará en esta fase. Posteriormente se analizará la información relevante con el objetivo de descubrir oportunidades de innovación. 

3. Idear

A partir de los datos obtenidos se procederá a la elaboración de ideas creativas. El foco de este proceso debe ser solucionar la necesidad detectada en el consumidor de una manera innovadora. Existen una gran cantidad de procesos que se emplean para desarrollar ideas creativas (brainstorming, pensamiento lateral, listado de atributos…). La selección de la técnica adecuada variará en función del equipo y de la naturaleza de la oportunidad de innovación (producto, servicio, estrategia…). 

4. Generación de prototipos

La fase anterior culmina con la concepción de una idea válida para solucionar el problema. El objetivo de esta fase es convertir esta idea en algo tangible para, así, poder perfeccionarla. Esto no implica necesariamente desarrollar un prototipo del producto; sería algo imposible de hacer trabajando, por ejemplo, en el desarrollo de una estrategia empresarial. Pueden emplearse dibujos, role playing, maquetas… En definitiva, cualquier método que nos permita hacernos una idea más exacta de si realmente sería efectivo. 

5. Testear

La última fase del proceso siempre será la comprobación de la eficacia de la idea. La fase anterior servía para hacerse una idea general de su funcionamiento, mientras que en esta se comprueba su eficacia con el propio cliente. En general tienden a emplearse métodos de investigación cualitativos como la entrevista personal o los focus groups. De esta manera se puede recibir el feedback necesario para determinar si la idea funcionará en la práctica o si, por contra debe mejorarse o descartarse. 

Design Thinking: ejemplos de éxito

Esta metodología ha sido el orígen de algunas de las ideas más innovadoras de estos últimos tiempos.

El ejemplo más conocido es el de AirBnB, donde la empresa invitó a sus empleados a viajar cómo lo hacían sus usuarios y vivir ellos mismos la experiencia que ofrecían. Esto permitió a la empresa conocer con una enorme exactitud el customer journey de sus clientes y, de esta manera, pudieron adaptar su oferta a sus necesidades. 

Otro ejemplo de Design Thinking muy representativo es el de Microsoft. La empresa tiene la creencia que pequeños cambios generalizados en los hábitos de las personas pueden significar grandes progresos. Querían reducir el consumo de papel en base a conseguir que las personas dejaran de imprimir, lo que significaba un incremento en el uso del cloud y otras herramientas para compartir documentos. En base a estas ideas y empleando el Design Thinking la empresa dió con el formato de presentación actual de algunas de sus herramientas con el objetivo principal de mejorar la productividad de sus usuarios y, por otro lado, conseguir reducir el consumo de papel.

Domina el Design Thinking en Epitech

El Design Thinking es uno de los aspectos que se estudian en nuestro Grado + Máster en Digital Management. Conocer el proceso en profundidad es esencial para el desarrollo y gestión de nuevas ideas. Este aspecto es aún más relevante en el ámbito digital, donde la constante evolución del panorama obliga a las empresas a innovar constantemente. 

Si quieres formarte en Digital Management con un plan de estudios basado en la formación práctica y con una empleabilidad del 99%, Epitech es la escuela ideal para ti. ¿Tienes alguna duda?

¡Infórmate!

La creatividad es una de esas características que se tiende a creer que se nace con ella. Nada más lejos de la verdad. Aunque es cierto que el aprendizaje o las influencias pueden favorecer su desarrollo, cualquier persona puede llegar a desarrollar la creatividad si así se lo propone. Todo el mundo puede tener ideas nunca antes vistas. 

En este artículo te explicaremos porque la creatividad es una característica que puede marcar la diferencia en la mayoría de aspectos de la vida. Por otro lado, también te daremos algunos consejos sobre cómo desarrollar tu faceta creativa y aplicarla en las tareas que la requieran.

¿Por qué es importante desarrollar la creatividad?

La creatividad no solo se aplica en campos como el arte. Es imprescindible ser creativo para ser artista, pero ser creativo puede ser útil en muchas disciplinas distintas. Ser creativo también es, al fin y al cabo, encontrar soluciones únicas a problemas determinados, soluciones en las que otras personas no habían pensado. No tiene porque ser una solución compleja.

Para dar un ejemplo, el inventor del 0’99€ fue extremadamente creativo para incrementar las ventas de un producto. Ahora mismo parece una idea muy obvia, pero había que pensar en ello.

Ser creativo te puede ayudar a hacer mejor tu trabajo siendo más innovador, algo que se aprecia en la gran mayoría de sectores. También te puede servir para dar con una idea de negocio, para hacer un regalo inolvidable, para escribir un discurso de graduación… Es por eso que es una cualidad muy valorada, porque se aplica en prácticamente todos los ámbitos de la vida.

Si estás leyendo esto es porque consideras que no eres creativo, no lo suficiente al menos, pero también es porque conoces la importancia de potenciar esta habilidad. Por eso te daremos algunos consejos y ejercicios que te pueden ayudar a desarrollar tu faceta creativa de manera natural.

El proceso creativo

Desarrollar la creatividad es un proceso formado por sus diferentes fases. Aun así, hay que decir que seguirlo no es algo tan sencillo como parece. Ser creativo implica pensar de una manera que no estamos acostumbrados a pensar. Por lo general, tendemos a aplicar el pensamiento lógico en todos nuestras actividades, un pensamiento que se conoce como reproductivo. Seguimos un patrón que ya conocemos y lo adaptamos.

Para ser creativo hay que empezar pensando de una manera productiva. Este pensamiento productivo o divergente consiste, básicamente, en tener una gran cantidad de ideas y no descartar ninguna. Da igual si parece que la idea no tiene sentido, es importante anotarla. De esta manera idealmente conseguiremos una lista de ideas diferentes las unas de las otras, y es posible que de alguna de ellas surja la creatividad, la idea en la que nadie había pensado.

Después de hacerlo es momento de filtrar, de pensar en qué ideas tienen más sentido. A esto se le llama pensamiento convergente, donde todas las ideas se convertirán en una definitiva. Aun así, no deberíamos simplemente tirar las que descartemos. Es posible que luego de pensar en las ideas más válidas leamos las demás y demos con la inspiración.

Potenciar la creatividad: consejos y técnicas

1. Cantidad sobre calidad

Una buena idea no tiende a surgir de repente. Es un proceso que, muchas veces, culmina con la mezcla de dos ideas que, por separado, podrían parecer malas. Para favorecer este proceso es importante desarrollar una gran cantidad de ideas y anotarlas todas. Aunque de entrada parezca que la idea no tiene sentido puede acabar siendo una pieza clave. 

2. Observa tu entorno

Como se ha dicho, una idea puede ser la combinación de diferentes elementos sin ninguna relación aparente. Una de los mecanismos para forzar estas combinaciones es la simple observación. Piensa mucho en el tema que quieres desarrollar, anota todo lo que se te ocurra y, si nada te parece interesante, olvídate de ello por un rato. Sal a dar un paseo, ves al gimnasio, queda con amigos… y, mientras lo hagas, observa tus alrededores. Es posible que tu cerebro realice alguna conexión interesante entre lo que has pensado hasta el momento y algún elemento aleatorio. Eso sí, lleva encima un teléfono o cualquier cosa para tomar notas. Olvidar una idea buena por no escribirla pasa más de lo que debería. 

3. Busca inspiración

Puede sonar muy evidente pero la inspiración no sale de la nada. Es un estado que hay que esforzarse para conseguir. Uno de mis consejos sería buscar obras de otras personas que hayan hecho lo que tú tratas de hacer. No lo hagas para copiar su idea, sino para tratar de entender el camino que ha seguido para llegar a ella. Intenta pensar cómo crees que ha pensado, seguir el proceso que creas que haya seguido. Posiblemente no seguirás su mismo camino sino que desarrollarás uno de propio que te llevará a establecer conexiones distintas. Y este es precisamente el objetivo de “copiar ideas”: tratar de replicar el proceso, no el resultado. 

4. Desarrolla hábitos

Una vez hayas descubierto el proceso que mejor te funciona para desarrollar ideas creativas es importante practicarlo. Trata de seguirlo siempre que tengas lo necesites o que no tengas nada que hacer. De esta manera agilizarás el proceso y serás capaz de desarrollar las ideas en un menor tiempo, un factor que siempre es relevante. Por otro lado también descubrirás qué métodos te funcionan mejor.

5.Trabaja en equipo

¿Qué mejor manera de desarrollar una gran cantidad de ideas que entre muchas personas? La conocida estrategia del brainstorming es una de las más efectivas que existen para concebir ideas innovadoras, pero no es la única. Hacer listas de atributos, conexiones entre conceptos o una simple conversación sobre el tema pueden ser la clave de una idea única. Y aunque trabajes por tu cuenta, comenta tus ideas con tu grupo. ¡Siempre existe un margen de mejora!

La creatividad, una de las bases de Epitech

En Epitech sabemos que la capacidad de encontrar soluciones únicas a los problemas es cada vez más importante. Por eso preparamos a nuestros estudiantes para que sepan solucionar los problemas que se les vayan planteando de la manera más eficaz posible. Y esto, actualmente y cada vez más, implica pensar en lo que nadie ha pensado. Por eso, en nuestra escuela, potenciamos el trabajo en equipo y planteamos retos poco convencionales. Para que nuestros alumnos salgan preparados para enfrentarse a cualquier reto.

La informática es una disciplina con una relevancia social que aumenta con el paso de los años. El desarrollo de la sociedad de la información ha hecho que esta disciplina esté vigente en prácticamente cualquier actividad del día a día. Aunque alguien no estudie informática probablemente se verá obligado a aprender a dominar ciertas herramientas específicas para poder llevar a cabo correctamente su trabajo o estudios. Hoy en día, pocas disciplinas no requieren un mínimo de conocimiento informático. En este artículo te exponemos los 5 principales motivos por los que dedicarse a la informática es una decisión adecuada.

1. La informática forma parte de nuestro día a día

Actualmente y cada vez más la informática estará relacionada con cualquier actividad cotidiana. Es una disciplina que gana importancia cada año que pasa y que, cada vez más, unos conocimientos básicos serán necesarios para poder acceder a puestos de trabajo o estudiar correctamente. Estudiar informática es una herramienta que, aunque finalmente no te dediques a ella explícitamente, siempre vas a poder aprovechar. Esto se aplica tanto en cualquier trabajo rutinario cómo en casa. La tecnología cada vez será más relevante, y con estudios informáticos jugarás con ventaja.

2. Dedicarse a la informática da acceso a empleos bien remunerados

Como se ha dicho, la informática va ganando importancia con el tiempo. Cada año surgen nuevas disciplinas, nuevos trabajos o los ya existentes van ganando relevancia. En ese sentido, el estudio de la informática proporciona acceso a una gran cantidad de empleos muy bien remunerados. Desarrollo web, diseño de software, Blockchain, manejo de bases de datos… Son solo ejemplos de trabajos con un sueldo elevado que se espera que ganen importancia en los próximos años. 

3. Estudiar informática facilita la creación de negocios

Un estudiante de informática, a diferencia de otras disciplinas, tiene la ventajas de que no necesita dedicarse a la informática en sí. El conocimiento informático es clave para la gran mayoría de actividades y, entre estas, es imprescindible para la creación de una empresa. Si un informático tiene una idea de negocio, a diferencia de otras personas, tiene la capacidad y los conocimientos para desarrollarla por su propia cuenta mientras que los demás deberán contratar equipos externos para la mayoría de actividades. 

4. La informática permite desarrollar la creatividad y la innovación

Esto se debe a que se trata de una disciplina muy amplia, variada y en constante evolución. En sus primeros trabajos, un informático deberá aprender a ejecutar sus tareas de la manera más efectiva. Aun así, cuando se adquiere más experiencia, la gran mayoría de actividades tienen un amplio margen de innovación. Por otro lado, también es una disciplina donde uno tiene la capacidad de ejecutar sus ideas a su manera, con total libertad. Eso sí, siempre y cuando posea los conocimientos necesarios para hacerlo. 

5. La digitalización no retrocede

La sociedad está cambiando, en gran parte, por un proceso de digitalización acelerado y sin frenos. Los procesos informáticos ganarán cada vez más importancia en la mayoría de sectores. Esto implica que un estudiante de informática competente siempre tendrá acceso a un trabajo y que, cada vez más, estos estarán mejor remunerados. En definitiva, es uno de los sectores que ocupará más puestos de trabajo en el futuro, por lo que estudiar informática prácticamente garantiza un empleo de por vida. 

Por qué estudiar informática en Epitech

El objetivo de nuestra escuela es conseguir que nuestros estudiantes adquieran todos los conocimientos necesarios para acceder al trabajo que deseen. Nuestro modelo basado en la realización de proyectos permite a nuestros alumnos adquirir las competencias necesarias al mismo tiempo que llevan a cabo un proceso de formación práctica con el que adquieren experiencia. La informática será un pilar clave del futuro, y nuestro modelo educativo se asegura de que nuestros estudiantes puedan liderar este proceso de digitalización. 

Si tenías dudas sobre la rentabilidad de los estudios informáticos no deberías preocuparte, pocos sectores tienen mejores expectativas de futuro. Ahora solo necesitas desarrollar tus conocimientos. ¿Quieres más información sobre cómo hacerlo?

¡Infórmate!

Emprendimiento Digital: definición

Para poder definir emprendimiento digital es importante, primero, conocer la definición de emprendedor. Un emprendedor es aquella persona que tiene una idea innovadora y la lleva a cabo por su propia cuenta, asumiendo los riesgos necesarios y sus consecuencias. Con esta base, un emprendedor digital es aquella persona que tiene una idea innovadora y utiliza los medios digitales para poder llevarla a cabo, de nuevo asumiendo los riesgos que esto implica. Esto no significa que la idea esté directamente relacionada con el ámbito digital (como crear una red social o un programa) sino que se utilizan los medios digitales (página web, bases de datos, aplicación móvil) como para poder ejecutarla.

En definitiva, la diferencia entre el emprendimiento tradicional y el emprendimiento digital se encuentra en que el digital emplea la tecnología para minimizar riesgos y maximizar oportunidades de negocio mientras que el tradicional no. En la actualidad, ser un emprendedor digital no significa nada más que aprovechar las oportunidades del ámbito digital. Existen pocos emprendedores que no lo hagan.

Primeros pasos del emprendimiento digital

El primer paso para emprender un negocio es tener una idea y analizarla. Una idea válida debe responder a una necesidad real de las personas y debe hacerlo de una manera que no lo haga otro producto. En definitiva, debe tener una ventaja competitiva, algo que la diferencie. Con esta idea en la cabeza es momento de definir unos objetivos de negocio, trazar un plan. Como producir el producto, como y donde promocionarlo, definir un target, un plan logístico (si es que hace falta)…

Aun así, para poder ser un emprendedor digital es imprescindible dominar ciertas herramientas digitales, por lo que es importante tener unas nociones básicas de ciertos programas y recursos. Qué herramientas aprender a utilizar varía mucho en función de la tipología de negocio. El desarrollo web, por ejemplo, tiende a ser una actividad que se delega a un equipo experto con la excepción de que se trate de una web muy sencilla, con pocas funcionalidades. En este caso, tener unas nociones básicas de WordPress o Wix puede ser suficiente.

Una vez se ha creado una web y está en línea (algo imprescindible para la mayoría de negocios) es importante aprender a manejar aplicaciones de análisis de datos. De esta manera se puede conocer a tu audiencia, cómo interactúan con tu página y, en consecuencia, qué aspectos tienen margen de mejora. La más utilizada es Google Analytics porque proporciona información sobre la gran mayoría de aspectos de una web en un mismo sitio.

Controlando esta herramienta podrás conocer a tu audiencia en profundidad. Esta información es precisamente la que te permitirá saber qué otras herramientas necesitas emplear. ¿Necesitas implementar una estrategia de SEO? ¿Necesitas publicidad en buscadores? ¿En redes sociales? ¿Utilizarás el email marketing? Cada uno de estos aspectos se solucionan con diferentes herramientas. Es clave conocer qué necesitas mejorar y aprender a hacerlo (o contratar a un equipo que lo haga si hay presupuesto). Desde este punto, el negocio empezará a progresar. 

Emprendedores digitales y Epitech

En Epitech creemos que la capacidad de desarrollar una idea propia es imprescindible para un emprendedor. Queremos que nuestros alumnos puedan llevar a cabo sus ideas sin depender de un equipo externo, que tengan la capacidad de crear su propia página y de manejar todas las herramientas que necesiten. 

Por ello, nuestro Grado + Máster en Digital Management proporciona tanto conocimientos técnicos como una propuesta formativa orientada hacia la dirección empresarial. De esta manera conseguimos que nuestros estudiantes dominen, por partes iguales, el mundo de la tecnología y el del business management. 

Introducción al CSS

¿No sabes qué es el CSS? Sus siglas corresponden a Cascading Style Sheets, hojas de estilo en cascada en español. Se trata del lenguaje que define cómo se visualizará un documento escrito en código, generalmente en HTML. En otras palabras, permite que los diseñadores web puedan modificar una página sin necesidad de reescribir su código cada vez que lo necesiten, facilitando enormemente su trabajo. El HTML sería la base de la página mientras que el CSS definiría su aspecto final y permitiría una personalización rápida.

Es un lenguaje que se creó, en primera instancia, para evitar que los desarrolladores web tardaran horas escribiendo el código correspondiente a las diferentes fuentes y colores de letra, un proceso extremadamente pesado y repetitivo. Con la aparición del CSS, este trabajo y muchos otros pueden pasar a hacerse en minutos. Actualmente, prácticamente la mayoría de los sitios web emplean el CSS. Esto permite que cualquier persona pueda personalizar una página web sin necesidad de emplear horas incluso en las tareas más simples. Eso sí, es importante saber que es el CSS y cómo funciona para poder hacerlo. A continuación te proporcionamos una pequeña introducción a este lenguaje. 

Funcionamiento del CSS

El CSS no es, como muchos se piensan, un lenguaje de programación. Es un lenguaje que funciona en base a otros lenguajes de programación, pero realmente no es más que información para el navegador. Para entenderlo de manera simple, el texto HTML define la estructura del contenido de una página, mientras que el texto CSS define las características de dicho texto (negrita, color, fuente…) En definitiva, el CSS define unas reglas que el navegador seguirá en el momento de presentar la página web al usuario. Estas reglas las definen dos factores que interactúan mutuamente: el conjunto de propiedades y los selectores.

El primero de ellos, las propiedades, son aquellos aspectos que pueden emplearse para modificar el contenido HTML de una página, por ejemplo un tipo de fuente. Por otro lado, los selectores determinan qué elementos HTML se verán afectados por dichas propiedades. 

Después de determinar la selección es necesario indicar la declaración correspondiente, lo que se desea modificar. Cada una de las declaraciones están separadas por un punto y coma y están formadas por un nombre de propiedad CSS (por ejemplo color:) y un valor (por ejemplo red). Con esta declaración, {color: red;} le estaríamos diciendo a la página que el texto que aparece a continuación deberá aparecer con letras rojas. Este sería un ejemplo de declaración muy básico. Su complejidad en términos de redacción puede ser muy alta, aunque al fin y al cabo su resultado tenderá a verse muy simple para el usuario. 

Ventajas de aprender a utilizar el CSS

En definitiva, el CSS permite trabajar de manera separada el contenido de una página y sus características de estilo, mientras que trabajando solamente con HTML es necesario introducir el estilo en cada trozo de contenido que se desea modificar. Nos permite decirle a la página que queremos que todo el cuerpo de texto tenga unas características específicas e ir modificándolas de manera simple, sin necesidad de tocar el texto HTML. También nos proporciona la capacidad de duplicar los estilos que creemos de manera rápida para trasladarlos a otras páginas. Esto no sólo facilita la aplicación de cambios en diferentes páginas de una web. También agiliza su velocidad de carga, un factor relevante en términos de experiencia del usuario.

Aun así, sin conocimientos más avanzados que estos estamos forzados a modificar estas características en cada página, los cambios no se trasladan de una a otra. Esto implica que si trabajamos con una web de 100 páginas deberemos copiar el texto 100 veces, y una web con 100 páginas no es tan extensa como parece. En ese sentido, el CSS es un lenguaje extremadamente útil en términos de diseño web, pero hay que aprender a utilizar correctamente para sacarle todo el provecho. 

Domina el lenguaje CSS en Epitech

Ahora que ya sabes que es el CSS, entenderás porque es uno de los puntos clave del módulo Front End de nuestra Coding Academy. Ahí perfeccionarás tu uso del CSS y de otros lenguajes importantes del mundo del diseño web como el HTML o el PHP. A su vez, también aprenderás a dominar los principales lenguajes de programación a través de un curso basado en la formación práctica. Ejecutarás proyectos durante la totalidad del curso y te familiarizaras con todos los aspectos relacionados con el mundo del diseño y desarrollo web. 

La eficacia de la Coding Academy la demuestra la tasa de 96% de empleabilidad y el salario medio de 32.000 euros que ganan nuestros graduados. ¿Quieres aprender a dominar el CSS y la programación en general? ¡Inscríbete!